El año 2002 fue un año especial para mí, en primer lugar, los cambios que se estaban dando en mi vida, poco a poco, me arrastraban hacia un nuevo desastre, hacia un mundo peor, eran tiempos difíciles, la raza humana había superado su profético deceso, el famoso virus mortal del yk2, no pudo matarnos, la revolución informática jamás apareció, eran tiempos de esperanza para la raza humana, la superación estaba por llegar, y con el cambio llegarían nuevos y esperados lideres que transformarían la sociedad.
Y naciste, naciste para mi vida, empezó para mi la felicidad, ahora, me dije en ese entonces, el país iba a cambiar, ahora tendríamos desarrollo , progreso, podía dejar atrás los prejuicios, los tigres asiáticos, los países del g-7 y similares ya no serian organizaciones a las cuales no estábamos invitados, ahora Colombia podía pertenecer a ellos, ahora podríamos mirar a todos con cierto orgullo, inclusive pensé en lo cercana que estaba la posibilidad de que, en efecto, celebraríamos el mundial de futbol del 2014.
Tus primeras sonrisas, cuando aprendiste a caminar, cuando dijiste “papa” a don uribe, todo eso lo recuerdo, y como no acordarme de un ser tan entrañable y que nos dio tanto? Fruto prohibido e inmaculado de la creación? Miles de obispos tomarían dichosos tu nombre para utilizarlo en discursos, miles de colombianos se arrolladarían ante ti.
Tu siempre fuiste sincero, distinto a todos tus compañeros de clase, siempre cumpliste todo, absolutamente todo lo que dijiste, recuerdo cuando otros, aquellos con lengua de sapo, expresaban cuanta alharaca se les ocurriese en los medios de comunicación, en una promesa constante, y nos garantizaban el cielo y la tierra, pero tu no! Tu fuiste fiel a tu palabra, nunca prometiste nada, nunca tuviste lengua de sapo, el silencio fue tu mejor opción.
Gracias, gracias por cambiar el país, por cambiar mi vida, por hacerme sentir perfecto, jesus dijo, o alguno de sus apóstoles, que te conocerían por tus obras! Y si! Por tus obras os conocimos, por las miles y miles de calzadas, por los miles y miles de vías secundarias, terciarias, por las autopistas, por las carreteras, por los puertos, por los trenes, tu no necesitaste jamás! Repartir tamales, simplemente construías miles de kilómetros en un mes, para que todos creyéramos en ti.
Dejaste un gran legado, ahora los delincuentes tendrán excelentes vías para movilizarse, y bueno, también los demás colombianos, todos los pueblos de la costa fueron pavimentados (lloran cuando se menciona tu nombre), hay puentes en cada rio, en cada quebrada, y puertos en cada ciudad sin mar, miles de trenes elevan el sonido de sus pitos en honor a tu nombre, los buseteros de todo el país han decido cambiar el día de la virgen del Carmen por el tuyo, los caballeros del señor de los anillos, dichosos, te han proclamado miembro honorario de su comunidad, la del anillo, el vaticano te nombro cura honorario, la comunidad heterosexual de castro, en san francisco, también lo ha hecho.
La muerte de Michael Jackson no fue nada, del día en que no pasamos al mundial de futbol ni me acuerdo, los terremotos de Haití y chile son historia, no hay tristeza, ni una sola, ni una mas grande que verte partir, y si no estas? Quien nos llevara al desarrollo? quien será fiel a tu promesa de silencio?. Lo cumpliste no dijiste nada, y en efecto, jamás hiciste nada, nadie así llegara de nuevo a este país, los ángeles lloran el abandono de tu cartera, se escucha una marcha fúnebre, yo que te vi nacer lloro y lloro, no te vayas! No nos abandones, el país no se puede perder de su ministro mas diligente, del mas constructor, faraón e imponente, los miles de kilómetros de asfalto no llegaran si no estas aquí, el camino de la pobreza ha comenzado, no! No! No! A él no! A la eficiencia jamás se la lleven! No nos abandones! No! No! ……No te vayas!, quédate si quiera en el Inco………………………..Andres Uriel.
